La gestión de riesgos no es unidimensional. Muchos traders principiantes la consideran simplemente "usar un stop loss", pero en realidad, existen múltiples niveles de riesgo a considerar. Algunos riesgos son técnicos, otros psicológicos y otros provienen de la propia estructura del prop trading.
Con el tiempo, la experiencia demuestra que cuatro tipos de riesgo dominan los resultados en el prop trading de criptomonedas. Estos cuatro son responsables de casi todas las razones por las que los traders pierden cuentas con fondos o fracasan en los desafíos. Todo lo demás importa, pero estos determinan aproximadamente el 90% de los resultados.
Riesgo de Posición
Este es el tipo de riesgo más básico: invertir demasiado en una sola operación. Si su stop loss es demasiado amplio o el tamaño de su posición es demasiado grande, un mal movimiento puede arruinar días o semanas de progreso. Esto es especialmente común cuando los operadores dependen demasiado de un solo indicador. Aprenda a usar varios
indicadores de criptomonedas juntos para una mejor confirmación. Para los operadores propios, cuyas cuentas tienen reglas estrictas de drawdown, una sola posición sobredimensionada puede significar la descalificación instantánea.
Riesgo diario o de sesión
Este riesgo, exclusivo del trading propio, proviene de superar el drawdown diario o los límites de pérdida total. Puede que siga siendo un operador rentable a largo plazo, pero si pierde más del 4-5 % en una sesión, la empresa cierra su cuenta. Esto hace que controlar el riesgo diario sea tan importante como controlar el riesgo comercial.
Riesgo de Mercado (incluyendo Impactos Regulatorios)
Las criptomonedas son notoriamente volátiles. Los precios pueden fluctuar entre un 10 % y un 20 % en cuestión de horas, la liquidez puede agotarse y las noticias pueden provocar caídas repentinas. Además, los cambios regulatorios añaden otra capa de incertidumbre. La exclusión de una bolsa, una demanda contra un token o una prohibición repentina de derivados pueden afectar los mercados al instante. Los operadores no pueden prevenir estos eventos, pero sí pueden gestionar la exposición, dimensionar las posiciones para la volatilidad y evitar la sobreconcentración en una sola moneda.
Riesgo Psicológico
Este suele ser el factor más subestimado. Las emociones pueden impulsar a los operadores a romper las reglas, duplicar las pérdidas o abandonar los stops. En el prop trading, la presión es aún mayor porque se opera con capital firme. El revenge trading, el exceso de confianza tras una buena racha o el miedo a perderse algo pueden llevar a romper las reglas de la empresa. Controlar las emociones es la gestión de riesgos en su forma más pura.
También existen riesgos secundarios. El riesgo de cartera surge al acumular operaciones en activos correlacionados como Bitcoin y Ethereum en la misma dirección. El riesgo operativo proviene de interrupciones en las plataformas de intercambio, fallos de internet o incluso errores descuidados. Estos son importantes, pero rara vez causan el fracaso de la cuenta por sí solos.
Dominar los Cuatro Grandes riesgos significa que ya has gestionado la mayor parte de lo que determina el éxito o el fracaso. Pero identificar los riesgos no es suficiente. El siguiente paso es aplicar reglas y marcos que limiten la exposición, protejan tu cuenta y te permitan operar el tiempo suficiente para escalar.
Comencemos con lo básico:
cuánto de tu cuenta debes arriesgar en una sola operación.